Los molotes de queso son un platillo delicioso y reconfortante que forma parte de la rica tradición culinaria de México. Estos pequeños rollos de masa rellenos de queso se fríen hasta que adquieren una textura crujiente por fuera, mientras que por dentro, el queso se funde y se vuelve irresistiblemente cremoso. Esta receta es un excelente ejemplo de cómo la cocina mexicana combina sabores auténticos y técnicas culinarias tradicionales para crear platos que son una verdadera delicia.
Los molotes son versátiles y pueden personalizarse según tus preferencias personales. Puedes añadir ingredientes adicionales, como chiles jalapeños o carne, para darles un toque picante o más sustancia. Sirven como aperitivo, una entrada única o incluso como plato principal, dependiendo de cuántos decidas hacer. Además, son una opción perfecta para sorprender a tus invitados en una fiesta o simplemente para disfrutar de un bocado delicioso en cualquier momento.
En esta receta, te mostraré cómo preparar molotes de queso clásicos, pero no dudes en experimentar y agregar tus ingredientes favoritos para hacerlos aún más especiales. ¡Prepárate para deleitar tu paladar con la mezcla perfecta de sabores y texturas que solo los molotes de queso pueden ofrecer!Ingredientes:
Para la masa:
- 2 tazas de masa de maíz (masa para tortillas)
- 1/4 de taza de manteca de cerdo o aceite vegetal
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de agua (aproximadamente)
Para el relleno:
- 200 gramos de queso fresco, como queso panela, queso Oaxaca o queso fresco
- Opcional: chiles jalapeños en rodajas finas (al gusto)
Para el montaje y la guarnición:
- Aceite vegetal para freír (suficiente para sumergir los molotes)
- Lechuga picada
- Crema mexicana o crema agria
- Salsa de tu elección (salsa roja, salsa verde, salsa de aguacate, etc.)
- Cebolla morada en rodajas finas (opcional)
Instrucciones:
- En un tazón grande, mezcla la masa de maíz, la manteca de cerdo o el aceite vegetal y la sal.
- Agrega el agua poco a poco mientras amasas la masa. Debes obtener una masa suave y manejable. Es importante que la masa no quede ni demasiado seca ni demasiado pegajosa.
- Divide la masa en porciones pequeñas, del tamaño de una nuez, y forma bolitas con ellas.
- Toma una bolita de masa y, usando tus manos o un tortillero, aplánala hasta obtener un círculo delgado de masa. El círculo debe ser lo suficientemente grande para que quepa el queso y cualquier otro relleno que desees agregar.
- Coloca una porción de queso en el centro del círculo de masa. Si lo prefieres, puedes añadir algunas rodajas de chile jalapeño para un toque picante.
- Doble la masa sobre el queso para cubrirlo por completo y forma un pequeño rollo o cilindro. Asegúrate de sellar bien los bordes para evitar que el queso se derrita durante la fritura.
- Repite este proceso con el resto de las bolitas de masa y el queso.
- Calienta suficiente aceite vegetal en una sartén profunda o una cacerola a fuego medio-alto. Debe haber suficiente aceite para sumergir los molotes.
- Cuando el aceite esté caliente (aproximadamente 350°C), sumerge los molotes uno por uno en el aceite caliente y fríelos hasta que estén dorados y crujientes. Esto debería tomar unos 2-3 minutos por cada lado.
- Retira los molotes con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Sirve los molotes de queso calientes, acompañados de lechuga picada, crema, salsa y cebolla morada en rodajas si lo deseas. Puedes servirlos como aperitivo o como plato principal. ¡Disfruta!
Los molotes de queso son una delicia mexicana que combina la textura crujiente de la masa con el queso derretido en su interior. Puedes personalizarlos agregando tus ingredientes favoritos, como chiles jalapeños o incluso carne. ¡Buen provecho!